El paro activo se hizo sentir en el CAC desde temprano con banderazo en el acceso y la concentración desde las 9 de la mañana con pancartas, carteles, pasacalles y volanteada, que expusieron los reclamos por los cuales salíamos desde CNEA a las calles: ni un despido, paritarias sectoriales, aumento salarial, carrera laboral, conservación de todas las líneas de trabajo y pase a planta permanente. Así nos fuimos concentrando en el CAC y en el CAE para encontrarnos todos luego en la columna principal junto a otros compañeros y compañeras estatales de diversas áreas y organismos (científico-técnicos, de la salud, de la educación, de economía, trabajo, promoción social, administración pública, etc)
Ya en la Plaza se expresó una importante unidad en la lucha, que comprendió la participación de gremios de docentes, trabajadores de prensa, sindicato aceitero, trabajadores desocupados, y organizaciones sociales y políticas. La masividad de la convocatoria hizo fracasar en el debút al protocolo de seguridad que nos quisieron imponer para cercenar el derecho a manifestarnos. Los convocantes al paro fueron: ATE y CONADU-H (docentes universitarios), FESPROSA (trabajadores de la salud) Federación Judicial Argentina, Federación nacional docente y participaron de la movilización docentes de CETERA, Ademys, ferroviarios de la línea sarmiento, entre otros.
En el interior del país el reclamo también se hizo sentir, un grupo de unos 90 trabajadores del Centro Atómico Bariloche y del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu se movilizaron a partir de las 9 de la mañana marchando hacia la avenida Bustillo, en la cual se repartieron volantes a los automovilistas. Luego de una breve asamblea, una parte de los trabajadores se sumaron a la manifestación en la rotonda vecina al puente Ñireco (convocada por la Seccional ATE Bariloche) acompañando al resto de los estatales en paro, y vecinos que se solidarizaron para protestar contra los despidos y el protocolo de seguridad de la ministra Bulrich.
La lucha de los trabajadores estatales sigue en pie, y este camino debe expresar la dirección de la lucha del conjunto de los trabajadores para seguir avanzando en conquistar nuestras reivindicaciones. Debemos avanzar exigiéndole al gobierno nacional un aumento salarial significativo, que le gane a la inflación y para que la última categoría de CNEA no cobre menos de 16.000 pesos. Actualmente una categoría 610 representa apenas $3.740 pesos de bolsillo y una 510 $8.789.
Invitamos a seguir sosteniendo este rumbo, afiliándose a ATE para seguir fortaleciendo nuestra herramienta gremial y de lucha de los y las estatales, participando activamente de las asambleas y tomando las decisiones de cómo seguir luchando por nuestros derechos de conjunto.
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