Esta semana nos enteramos que se intenta despedir a Amalia Ramires de la regional Malargüe de CNEA. Ella está hace 6 años en CNEA, desde 2008 a 2012 como monotributista y luego como contratada hasta la fecha. Trabaja en el del Proyecto ICES que depende de la Gerencia de Investigación y Aplicaciones No Nucleares, cuyo gerente es Alberto Lamagna.
El 2 de diciembre le llegó una carta documento donde le informaron que no le renovarán su contrato por “conclusión del tiempo del contrato y haber desaparecido las razones excepcionales que motivaron su contratación”. ¿Cuáles son las razones excepcionales? No lo sabe… porque su contrato dice que es “Responsable de la Estación Multiparamétrica del Volcán Peteroa” y los proyectos en esa estación continúan, además cuenta con otro proyecto de trabajo en marcha aprobado por su director y jefe inmediato.
Amalia es “contratada” y por lo tanto no tiene los mismos derechos que los trabajadores de Planta Permanente. Si estuviera en Planta, para echarla tendrían que haberle iniciado un sumario y haber justificado las causas del despido pero como es contratada alcanzó solamente con que el Gerente “no la necesite más” y le avisen con un mes de anticipación. Con este hecho se evidencia, una vez más, la condición de trabajador precarizado de los contratados por CNEA.
No existe en este caso un historial de sanciones, ni advertencias formales, ni incumplimientos en su trabajo. Las verdaderas causas del despido hay que buscarlas quizá en el revanchismo de las autoridades porque Amalia participa de la Asamblea por los Bienes Comunes de Malargüe,
Exigimos a las autoridades de CNEA la reincorporación de Amalia Ramires y el derecho a pensar y accionar libremente dentro y fuera del ámbito laboral.
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