El despido de César Moreira de la "cooperativa" de seguridad del CAC pone de manifiesto las condiciones precarias de trabajo en las empresas tercerizadas de CNEA y el negociado detrás de éstas.
Quienes dirigen la "cooperativa" se llevan la mayor parte de la ganancia mientras los empleados cobran alrededor de $4000 por turnos de 11 horas y 6 días a la semana, y pueden ser despedidos sin indemnización. Esto es claramente un fraude laboral. Para resolver esto, la guardia tiene que volver a ser parte de CNEA con personal civil que entre por concurso y veeduría de los trabajadores de CNEA y sus sindicatos.
Hoy, la CNEA deja la “seguridad” en manos de empresas privadas de seguridad dirigidas por ex-agentes de las FFAA o de la Policía que tienen naturalizadas las peores prácticas represivas y de clientelismo. En este sentido, nos preocupa que no se hayan encontrado los responsables de los diferentes aprietes que hemos sufrido los trabajadores ni qué responsabilidad tienen la Cooperativa de Seguridad y la Gendarmería frente a estos hechos. Las autoridades abrieron investigaciones sumarias para no resolver nada. No se sabe quién llamó al delegado general de la junta interna de ATE cuando lo apretaron en el 2012, ni quién "facilitó" el número de teléfono y el lugar de la oficina para hacer el apriete. Tampoco detectaron a los responsables de los aprietes y pintadas hacia la Junta Interna de ATE en el CAC a principio de este año, donde los autores parecieron moverse en una zona liberada dentro del centro atómico. El objetivo, así como están las cosas, no es la seguridad del CAC sino “controlar” a los trabajadores.
Nos sumamos al pedido de explicaciones que llevan adelante nuestros compañeros frente a las arbitrariedades de esta empresa en relación al despido de César Moreira. Nos pronunciamos por terminar con las tercerizadas y que la guardia vuelva a ser parte de CNEA con trabajadores de planta que entren por concurso y con veeduría de los trabajadores.
02/12/2013
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