PROBLEMÁTICA DE LOS COMEDORES

El anuncio de cierre del comedor del Tandar hizo visible una vez más la problemática de los comedores en CNEA, donde el modelo de negocios no cierra económicamente a largo y mediano plazo: Subas constantes de las mercaderías por inflación; Menús que no se actualizan; Los subsidios de gas, agua, luz y alquiler no alcanzan, ya que su influencia en el balance económico es bajo, por lo que su reflejo en el precio del menú es poca; Las cargas sociales de los trabajadores representan el 50% del sueldo.

Esta configuración hace que en un comienzo todos funcionen razonablemente bien, pero que a largo plazo se fundan. En ese lapso de tiempo la atención (disminución de personal) y servicio (menor cantidad, variedad y calidad de comidas) se ven afectados.

Muchas veces los trabajadores de la concesionaria del comedor sufren falta de pagos de aportes, retrasos en el cobro del salarioy sobre explotación horaria. Cuando la concesión finaliza muchas veces quedan los trabajadores en la calle sin indemnización, intentando de obtener algo de lo adeudado a una empresa quebrada.

Hoy en día el exponente más claro de esta realidad es el caso del cocinero “Barrios”, quien trabajó durante 30 años en al CNEA en el comedor gerenciado por Marta Girard (comedor junto al Tandar). Al terminar la concesión se fue despedido sin su correspondiente indemnización y con más de 20 años de aportes adeudados, lo que le impide jubilarse a pesar de encontrarse en edad para hacerlo. Algo similar ocurre con el resto de los trabajadores. Al declararse Marta Girard en quiebra les queda poca perspectiva de cobrarle las deudas. En el mejor de los casos, la CNEA como responsable solidario se hará cargo (juicio laboral por medio) de las perdidas del empresario privado.

Esto desnuda que el esquema de comedores fuera del ámbito estatal no funcionan ni para los comensales (trabajadores de CNEA) ni para los empleados del comedor, e incluso ni siquiera para los empresarios.

Ante esta situación es la CNEA quien debe garantizar a sus trabajadores una alimentación de calidad, a un bajo costo, con suficiente variedad y requisitos nutritivos. Debe garantizar la provisión de alimentos para casos de necesidades especiales como ser celíacos, hipertensos, alérgicos, etc. Debe también contemplar las modalidades de trabajo especiales como los turnos rotativos, guardias y trabajo en días no laborables.

Es importante también la estabilidad de las personas que trabajan en los comedores, de manera tal que los conocimientos tanto en el manejo de alimentos y de las costumbres dentro de CNEA no se pierdan ante el cambio de cada concesión.

Las autoridades de CNEA fueron los responsable de que se mantenga este sistema caro y de baja calidad, donde la precarización y explotación fueron el eje de las ganancias de los empresarios. Fueron varios los reclamos por subsidios al comedores durante estos años a los que las autoridades hicieron oídos sordos. Negaron la posibilidad de intervenir o subsidiar los comedores aún cuando los trabajadores de ARN, Dioxitek, PIAP, INTI, Atucha II (NASA) pagan precios simbólicos o nulos.

Desde la JI ATCNEA exigimos a las autoridades soluciones inmediatas en los Centros Atómicos que hoy no tengan servicio de comedor funcionando correctamente. Impulsaremos la formación de Comisión de Comedores en todos los Centros Atómicos, Sedes y Regionales.

La única forma de que todo lo antes mencionado pueda ser garantizado es que la CNEA tome el manejo de los comedores, rompiendo con la lógica impuesta por la ley de reforma del estado. Quienes trabajen en el comedor deben ser empleados por CNEA. Los comedores deben proveer alimentación de calidad y variedad para satisfacer las necesidades de los trabajadores sin que esto implique un alto costo como hoy en día.

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