El
24 de marzo el presidente Macri se reunirá con Obama en Barilochey
el 1ro de abril en Washington en la cumbre mundial sobre seguridad
nuclear.
En
este contexto se impulsa un lobby para la candidatura del
argentino Rafael Grossi en la presidencia de la Organización
Internacional de Energía Atómica (IAEA), esto mientras se cuece la
firma del protocolo adicional como moneda de cambio. Esto puede
venderse como un triunfo para la diplomacia y en realidad es una
derrota para la posibilidad de desarrollar tecnología en forma
soberana.
Si
se firmara el protocolo adicional al Tratado de No Proliferación
Nuclear (TNP) firmado por Menem preparan el terreno para una nueva
sesión de soberanía. El TNP le permite a algunas potencias (Rusia,
EEUU, China, Inglaterra y Francia) poseer armas nucleares bajo el
compromiso de un desarme nuclear, hasta la fecha nunca cumplido.
Para el resto de los países no poseedores de armas nucleares el
TNP le exige no desarrollarlas y las somete a salvaguardias para
garantizarlo.
Ante
el fracaso del TNP en todos sus objetivos la IAEA impulsa la firma
de protocolos adicionales de salvaguardia. Estos protocolos no
sólo controla los materiales físiles, si no también las
tecnologías e investigaciones asociadas y otorgándoles derechos a
los inspectores al ingreso de cualquier instalación, laboratorio,
y hasta conocer la identidad de personas que tengan una relación
funcional con estas, su mado a la obligación de dar a conocer
todas las actividades actuales y planeadas.
La
firma aparece como una exigencia de los EEUU pero también se
beneficiarían China y Rusia que intentan vendernos reactores PWR
llave en mano. La Argentina y Brasil crearon un organismo de
control mutuo del uso pacífico te la tecnología nuclear: la
Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de
Materiales Nucleares (ABACC) sobre la base de la paridad entre las
parte a diferencia del TNP y del protocolo adicional que exime de
salvaguardias a los países poseedores de armas nucleares. Con la
firma en forma unilateral del protocolo adicional se dejaría a
Brasil en una posición muy endeble y de enfrentamiento con nuestro
país.
No
es casual que Stiuso, en medio de sus denuncias, haya inventado
que la Argentina le vendió tecnología para una bomba de plutonio a
Irán, siendo parte de la operación para que se firme el protocolo
adicional.
Desde
la Junta Interna ATE CNEA Buenos Aires nos pronunciamos contra de
la firma del protocolo adicional de salvaguardias porque
constituyen una cesión de soberanía inaceptable. Por la Soberanía
Energética y la Autonomía Tecnológica Nacional.
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